El Libre Mercado si Funciona

Bueno, ya menos "incendiario" que en el primer blog, (que por cierto, no tuvo otra intención más que servir de última sesión de terapia, para una enfermedad que no pienso comentar), la confección de éste segundo, se me ha venido ocurriendo desde que tuve uso de razón para percibir como el sistema nos mete la mano a todos en el bolsillo una y otra vez, sin piedad, convirtiéndose así en un vividor, lejos de crear por si mismo sus ingresos.

Tratemos de responder una sencilla pregunta: ¿Porqué son unas partes del mundo ricas y otras pobres?

Creo que la explicación no está en la inteligencia, ejemplo: en ningún lugar hay tanto cabeza hueca como en Hollywood, y aún así sus habitantes nadan en la abundancia, en tanto que en Rusia, donde el ajedrez atrae multitudes, la escasez es grave.
Los recursos naturales tampoco son la respuesta. Africa, un continente pobre, abunda en oro, petróleo y uranio. Holanda es próspera sin nada de eso y pese a que medio país está bajo el agua.

En realidad sabemos la respuesta, y, si la tomáramos en serio, creo que todo el mundo sería rico. Los parias de la India dejarían de pedalear bicicletas con remolque por las calles de Calcuta; los nativos de nuestra selva Amazónica cantarían bajo la lluvia, y los paquetes de las organizaciones de ayuda humanitaria contendrían trufas de chocolate y tenedores para las ostras.

Todo esto sería posible, a mi modesto entender, si admitiéramos una sencilla lección de la historia: que el libre mercado funciona.

Prueba de ello es el alto nivel de vida alcanzado por los países que respetan las libertades individuales.

"El libre mercado supone reconocer que los individuos tienen el derecho innato de recoger los frutos de su trabajo y disponer de ellos como mejor les parezca, siempre y cuando no perjudiquen a nadie"

(Fuente: clase de profesor monse de IPAE).

Por desgracia, no todo el mundo cree en esto, y ni que decir del Perú. Hay quienes roban y consideran que está bien hacerlo si las víctimas del robo viven a distancia, hablan otro idioma, profesan distinta religión o tienen un aspecto peculiar ( de igual manera, los reyes, emperadores y monarcas absolutos que rigieron a la humanidad durante la mayor parte de la historia vivían convencidos de que todo lo que había en el mundo les pertenecía por derecho) ….ajjj !

Sin embargo, el pretexto que más comúnmente se aduce para no creer en el mercado libre es que se trata de un sistema injusto. Los socialistas y otros partidarios del igualitarismo económico sostienen que, para terminar con la pobreza, basta con quitar algo de dinero a quienes tienen demasiado y dárselo a quienes no tienen suficiente.

Sorry Fidel, pero tú y compañía están equivocados.

No hay en el mundo una cantidad fija de riqueza de la que no haya más que hacer una repartición equitativa. El hecho de que el patrimonio de una persona aumente no implica que deba disminuir el de otra. La riqueza se crea. Si los trozos de pizza no alcanzan, no es necesario comerse la caja; hay que hacer otra pizza…

Cuando se quita dinero a la gente por el sólo hecho de que es rica, se destruye el sistema. Y si después se lo damos a los pobres, o ya no vale nada, o no hay nada que comprar, como ocurría en la antigua Unión Soviética.

Si queremos que todo el mundo sea rico, debemos reconocer que el problema es la pobreza, no la diferencia entre ella y la riqueza. La pobreza es dura, odiosa y humillante; o acaso es lindo ver algunas niñas paradas en las esquinas, vendiendo su cuerpo a cualquier postor ( no al mejor), para poder dar de comer a su familia?? O ver como los niños africanos se mueren por la falta de medicinas que cuestan un ojo de la cara?? o dos??

La pobreza no es triste, es INDIGNANTE.

Estas cosas ya no deberían ocurrir, a éstas alturas, nuestra clase dirigente y la del mundo ya debería saber como eliminar la pobreza y cómo crear riqueza, efectuando reformas económicas que garanticen el mercado libre, ateniéndose estrictamente a la ley. Si no lo han hecho es por desidia, soberbia, ansia desmedida de poder o un idealismo equivocado.

Si la riqueza no es un toma y dame mundial del dinero, y si el enriquecimiento de uno no implica el empobrecimiento de otro, ¿ para qué ocuparse de la equidad?Está bien buscar la equidad en el matrimonio por ejemplo, pero perseguirla como fundamento de un sistema político tiene sus vacíos.

Yo no soy muy religioso que digamos, pero últimamente estoy relacionando muchas cosas con el antiguo testamento, y para éste caso, aunque me digan que la Biblia no es la más idónea para extraer principios económicos, he reflexionado mucho en el décimo mandamiento. (plop?)

Los nueve primeros preceptos del decálogo establecen normas teológicas y sociales bastante justas para los creyentes, luego el texto continúa: " No codiciarás la casa de tu prójimo, ni desearás a su mujer, ni a su esclavo, ni a su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que le pertenezca".

¿ Qué hace esto aquí? – repito, no soy muy religioso, pero sin duda es un precepto de vital importancia para el bienestar de cualquier comunidad. Si uno quiere una casa, una mujer, un sirviente, un buey o un burro, que no se lamente que la familia de enfrente los tenga; que vaya a conseguir los suyos.

Este blog va para todos los que quieran leerlo, pero en especial, para todos aquellos que creen que se puede remediar la pobreza redistribuyendo la riqueza, pretendiendo la "equidad" económica, mendigando al prójimo.

Y es un mensaje claro: ése es el camino al infierno.

AldO.