en este lugar, los angeles y los demonios tienen el mismo tamaño...comen del mismo plato y comparten las alas para volar

Monday, February 20, 2006

Villa puntos suspensivos

Brisa sí vino, sí. Aunque lo malo, tal vez, fue que se tratara tan sólo de un viaje de refilón, de una pasadita por la isla, con parada en "Villa puntos suspensivos", con parada y salida inmediata; ya no se atrevió a soltarle a Pablo comentario alguno de porque se había pasado de fresca y porque ya ni se acordaba muy bien de lo que debe sentir una persona cuando piensa o dice cosas por el estilo.

..."Vengo sólo un ratito Pablo, un par de diítas, porque vengo de ver a Miel, la menor de mis hijas, que acaba de darme mi quinto nieto"...en fin, desde que entró a "Villa puntos suspensivos" y vió como se había materializado en cada rincón el amor por ella de un hombre, de toda una vida, cómo cada palabra en él había sido verdad siempre, desde siempre y para siempre, Brisa se sintió muy chiquita e insignificante y comprendió que tanta prudencia en la vida la había hecho perder por completo la posibilidad de escribir esas cartas como nadie las escribirá nunca. En fin, como habría dicho la Señora Consuelo, a Brisa le quedaba el menudo consuelo de no haber sido lo suficientemente mentirosa como para tragarse también los momentos en que no sintió absolutamente nada por el hombre de su vida.

Pero ahora que ya había llegado y entrado a la casa del hombre más torpe e imprudente del mundo y se había sentido así, tan teléfonicamente maravilla y cariñosa y divertida y espontánea, pero tan poquita cosa en todo lo que no fuera a larga distancia, tan a rajatabla y temerosa, tan como se debe ser en Lima, pero sobre todo tan poco hecha y tan nada apta para el amor imposible pero materializable aunque fuera a ratos que él le había propuesto a lo largo de toda una vida, ahora, aún ahora, además y todavía ahora, él había levantado apenas una mano interruptora, agregándole a ese gesto un shhiii, no digas nada, Brisa ni una sóla palabra mi amor, cuando ella le anunció todo el refilón de su visita de paso por unos diítas solamente, shhiii, mi amor, haz por favor como si estuviéramos dormidos...
Y en ese silencio tierno y calmo continuaron aquel par de días preciosos,realmente gloriosos, en que ni Brisa ni Pablo sintieron ganas de acostarse ni siquiera de recostarse para descansar un ratito.

El le hablaba de la ensoñación, de esa facultad ya perdida, pero que de golpe reaparecía hoy más intensa y real que nunca y como para siempre.Y cuando ella no quiso pecar de mentirosa y trató de recordarle lo de supar de diítas, Pablo le salió con otro recurso digno de aquellos hombres cuya vida entera es prueba de que esas vainas existen:

-¿ Sabes que Brisa?-Yo creo que más que la mejor ensoñación de mi vida,la más real e intensa, ésto puede ser que me estoy muriendo, shhiii,espérate un ratito, que lo voy a comprobar; porque si de verdad me estoy muriendo contigo aquí y con música de ésa, quiero que sepas lo feliz que he sido siempre y lo agradecido que estoy...

Brisa partía esa noche o sea que soltó el llanto y con toda su alma le rogó que la siguiera llamando siempre por teléfono y que le siguiera mandando libros, como siempre, y música de ésa. Y con toda su honestidad le confesó que hace algunos años salía con un señor bastante mayor, que la acompañaba, y que ese señor era bien bueno y ella siempre le hablaba de él y que muchas veces, incluso estaba en su casa cuando él la llamaba y ni se quejaba ni nada.

En fin, que era cosas de viejos, ya, Pablo, y cómo decirte, cómo explicarte, tu casa toda para mí, hasta el último detalle, me ha hecho sentirme chiquita porque mi sueño siempre fue encerrarme en un departamento bien chiquito cuando mis hijas se casaran y me quedara sóla y ya sólo sirviera para visitar nietos. Y Pablo, yo te ruego que quites todos esos jazmines y todas esas madreselvas de tu jardin y que plantes girasoles y me quieras y me recuerdes como fui y tal como soy ahora...

-Debo haberme convertido en un hombre prudente o calculador. Sí, Brisa. Porque ya no voy a aparecer por tu casa mañana mismo para romperle el alma al tiempo. Debe ser que ya no puedo darme el lujo de perderlo todo de golpe, sino de a poquitos. Debe ser que la realidad tiene canas, efectivamente, y vete tú a saber qué cosas más debe tener.

Apareció el taxi avisando que ya era hora de partir al aeropuerto. Brisa prefería ir sóla... y Pablo preferió quedarse un rato más en "Villa puntos suspensivos".

( ... )